VIVIR PARA PLASMAR LA VIDA (RELATO)

- ¿Es posible plasmar la visión de la vida?

Recuerdo que en mi infancia, nuestra forma de expresar lo que sentíamos era los barcos de papel, los cuales hacíamos con hojas dónde previamente escribíamos nuestros sueños. Aquellas figuras flotantes iban navegando sobre un riachuelo que existe cerca a mi antigua casa, hasta un lugar mágico dónde creo que los sueños se convierten en realidad.

Con tan sólo cuatro años y junto a mi hermano, un año menor. Comenzábamos a correr justo en el momento cuando colocábamos el barco en una parte del pequeño río hasta que se convertía en imposible de seguir. Debido a que éste se desaparecía al avanzar hacia otros potreros, los cuales estaban divididos por unas cercas de alambre de púas que nos impedían continuar con nuestra aventura, de ver hacia donde iban nuestros deseos para el futuro.

Casi veinte años después, me quede sorprendido cuando la primera imagen que veo de Medellín, es un río no tan estrecho, pero sí inmensamente grande en su longitud, el cual atraviesa la ciudad por completo. Un excelente tramo fluvial para mis barcos, un trayecto sin cercas que dividan la ciudad.

La idea que encierra el deseo de colocar a viajar mis palabras, mediante barcos de papel, es simple. Plasmar mi visión de vida, es un deseo que estuvo a punto de interrumpirse con la muerte de mi padre. A menudo ciertos sentimientos puede llevar a ideas como: no comprender que hay suficientes motivos para querer perdurar en el tiempo mediante la escritura o no entender que siempre hay algo en la vida que merezca ser plasmado.

Pero el tiempo, es la mejor cura y un día en Medellín, el comienzo de mí viaje en mí barco empieza de nuevo, la comprensión aparece y luego, todo cambia. Ahora entiendo que la vida no es sólo disfrutar los buenos momentos, sino entender que los malos, también son parte de ésta.

Las primeras páginas comienzan, cuando entiendo que hay muchas imágenes, sentimientos o simplemente ideas que tengo, las cuales desean zarpar en el barco, desean ser plasmadas. Cuando los espacios físicos parecen suficientes, un espacio no tangible, el ciberespacio, pero más puntualmente, El blog, cambia de nuevo el concepto de los límites en mi mente. Aparece un mayor entendimiento de mis limitantes, ninguno.

Ya no habrá más cercas de púas en mi realidad, aunque aún sigo haciendo barcos de papel, ya no lo hago tanto para colocarlos en un río sino para recordar que los barcos son mágicos, debido a que uno de mis sueños escrito en mi infancia, es lo que hago hoy, ser escritor. Todos los días al ver a mí alrededor, me pregunto, sí es posible vivir sin plasmar la vida

- En mi caso… no, no creo.