Robert Mckee, comienza relatando cómo se creía que la época de la Edad media, había sido una época de oscuridad, donde no se había generado progreso alguno para la raza humana. Pero, por el contrario, esta época ha sido según el escritor, una de las más trabajadoras entorno a la explicación de la vida del ser humano frente a su entorno.
La aparición de la idea del gusano del pensamiento, el cual pudiera explorar los sentimientos más profundos de cualquier ser humano, fue producto de esta época. Hoy, siglos más tarde nos podemos dar cuenta que el escritor juega el mismo papel del gusano del pensamiento, debido a que cuando él escribe un guión, él crea un gusano que penetra en los más profundo de la historia, la cual fue creada específicamente para encajar en la vida del personaje.
También Mckee nos comenta, que la pasión y la motivación son dos valores muy importantes en la creación de un personaje, ya que la pasión permite que el personaje trace un camino previo en su historia y la motivación es la fuerza con la cual el personaje hace hasta lo imposible por lograr sus objetivos.
Entre más sea tensa la situación en la cual se ve el protagonista, más radical será su forma de actuar. En la vida real los humanos nos describimos por nuestra respuesta en términos de presión, ejemplo: como reaccionamos frente a un asalto o a un acto de amor. El personaje es un ser que supera la realidad. El protagonista dentro del guion es más importante que los seres humanos, ya que debido a sus pasiones y motivaciones se puede descubrir cuál será su comportamiento; por otro lado, los humanos poseemos una multiplicidad de factores que cambian nuestro comportamiento lo que nos hacen incomprensibles.
Mckee (2004) afirma: La VERDADERA PERSONALIDAD sólo se puede expresar a través de las decisiones tomadas ante dilemas. Cómo elija actuar la persona en una situación de presión definirá quién es, cuanto mayor sea la presión, más verdadera y profunda será la decisión tomada por el personaje. (Pág. 447)
Un personaje no debe explicar su comportamiento mediante lenguaje verbal, sino que sus propias acciones nos demostrarán cual es su naturaleza. Respecto a la dimensión del personaje, muchas personas piensan que la tridimensionalidad de éste hace referencia a crear una gran cantidad de rasgos inverosímiles (saber artes marciales y al mismo tiempo bailar dance como también ser un experto en filosofía) al fin, un personaje con estas características logrará que refleje un actitud tanto plano como aburrida.
Mckee (2004) declara: La dimensión significa contradicción: ya sea dentro del personaje (una ambición guiada por un sentimiento de culpa) o entre su caracterización y su verdadera personalidad (un encantador ladrón). Esas contradicciones deben resultar coherentes. (Pág. 450)
Como se puede observar en la anterior cita textual, Mckee nos relata cómo la multiplicidad de dimensiones en un personaje: valiente, cobarde, tímido, extrovertido, humilde, arrogante son muy fascinantes para el espectador, y entre más contraste tengan mejor será la construcción de nuestro personaje.
Mckee no afirma que la construcción de personajes es como un sistema solar, donde nuestro papel protagónico es el astro rey, luego vienen los planetas que serian los papeles secundarios y por último los extras y los figurantes, los cuales serian los satélites de los planetas.
La tridimensionalidad de los personajes tiene que ser representada en relación del planeta Astro Rey y los demás planetas. Ejemplo: si mi personaje principal es optimista y pesimista en esta primera dimensión tiene que haber un personaje secundario que le haga sentir esta emoción con una motivación que marcará el ritmo de las situaciones, así será muy creíble para el espectador. Luego, por cada dimensión que agregue a mi personaje se establecerá un personaje secundario que la motive, hasta formar múltiples tridimencionalidades.
Los personajes secundarios no tienen que ser tan importantes a niveles de dimensionalidad que nuestro personaje principal, pero si tiene que tener cierta complejidad, tiene que parecer atractivo para la persona que en la vida real lo vaya a interpretar, para que no parezcan tan planos.
Si creamos un personaje secundario, el cual tiene una dimensionalidad y no lo volvemos a hacer aparecer en escena durante toda la historia nuestro espectador estará molesto porque le hicimos crear unas falsas expectativas, por ende tenemos que observar que todos los elementos en el sistema solar de nuestro guion tiene que estar conectado, todo efecto tiene su consecuencia.
Al momento de escribir nuestro guion, podemos dejar espacio para que el actor contribuya con la creación del personaje, pero el papel que realice este no tiene que reflejar un resultado inferior al que imaginamos en nuestra mente.
Por otro lado, cuando estamos haciendo la creación del personaje según Mckee debemos amar a éste, pero no perder la claridad mental sobre la situación en conjunto que se vive con los personajes. Mckee nos pone el caso de Terminator, más exactamente la escena del motel donde el robot se saca el ojo y luego se pone unas gafas de sol para no verse mal. Aunque sea el malo de la historia, el guionista en este caso James Cameron, ama a Terminator y hace lo imposible para que su vida no tenga escenas que reflejen un repudio por su creador.
Mckee deja claro que una cosa es amarlo y otra muy diferente es tener simpatía o empatía por este o estos, debido a que este sentimiento causa que nuestra historia se convierta en un melodrama.
Finalmente, Mckee nos comunica como la mejor fuente para la creación de personajes es uno mismo. Aunque en este punto estoy parcialmente acuerdo. En el ejemplo, Mckee que hay escritores o guionistas que pasan mucho tiempo observando actitudes humanas e inscribiéndolas en papel, para luego extrapolar estos comportamientos en grandes personajes.
Yo creo que nuestro comportamiento es el mejor referente para la construcción de personajes, porque llevamos todo una vida comprendiendo nuestras acciones o reacciones. Pero, por otro lado, hoy cuando somos aproximadamente mil doscientos millones de personas en el mundo, hay que reconocer que nuestro comportamiento no es universal sino por el contrario hay muchos más matices que podemos analizar para incluir en nuestra creación y el método es la observación diaria de las personas que viven en nuestro entorno.
REFERENCIA
- McKee , Robert ,2004. El guión, sustancia, estructura, estilo y principios de la escritura de guiones. Editorial Alba
- http://elninodelsur.files.wordpress.com/2007/12/robert_mckee.jpg
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